jueves, 29 de septiembre de 2011

Un Día... Sin Monotonía...

  Ayer inicié sesión en el messenger de Hotmail, algo que no hacía desde hace mucho tiempo. Entonces hablé con Sally, una chica la cual quisiera que no estuviera a más de 6000km de distancia. Ella me dijo algo que yo ya sabía, pero es bueno que te recuerden cosas obvias de vez en cuando: debes salir de la monotonía. Y hoy, realmente he salido de ella.
  He ido a un encuentro literario a presentar unos libros que ha publicado la institución en la cual estudio, aunque sin preparación alguna, así que fue un completo fiasco. Pero eso no es lo que importa, y a pesar de que Ella me ha dicho que soy "inaguantable e idiota" con un tono para nada en broma, ha sido un día genial:
  Conocí a dos simpáticas monjitas: la madre Lilian y la madre Verónica. Las ayudé con sus diapositivas de Power Point porque no entendían mucho sobre eso, y hablamos sobre la educación y la forma en que los educadores enseñan de una manera nulamente interesante. Inclusive fui a comprarles unos caramelos MenthoPlus de cereza. Ellas eran como dos pequeñas niñas de escuela a punto de dar la exposición de su feria de ciencias; caminaban y daban pequeños brincos mientras decían que se les revolvía el estómago.
  Luego me acerqué a dos escritores regionales que vendían algunos libros y les hice algunas preguntas. No recuerdo sus nombres (los averiguaré), pero al parecer eran de Avia Terai; uno de ellos era joven y algo introvertido, y el otro un anciano que hacía descasar sus manos sobre su bastón y despedía simpatía con una sonrisa, todo el tiempo. ¡Hacían una pareja perfecta! Cuando les dije que yo también escribía, el más joven me habló de la editorial Dunken, un lugar en el que podría publicar mis obras.
  Sí, un día que ha salido de la rutina de estar recostado en casa, escuchando música y mirando pasar las nubes...
   

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